miércoles, 13 de febrero de 2013

ADIOS AL ULTIMO GRAN TELEGRAFISTA: SEBASTIAN OLIVE ROIG

Hoy 13 de febrero de 2013, en el crematorio del Cementerio de la Almudena de Madrid, han sido incinerados los restos mortales de Sebastián Olivé Roig, quizás el último de los grandes telegrafistas que ha dado la historia del Cuerpo de Telégrafos desde su creación en el año 1855. Maestro, escritor, historiador, biógrafo y, sobre todo, telegrafista y gran compañero y amigo, su desaparición deja un vacío imposible de llenar con otra figura similar. Nacido en Reus (Tarragona) el 10 de mayo de 1932, y aún sin renunciar a sus orígenes, pronto se convirtió en hijo adoptivo de Madrid, donde desarrolló su vida personal, laboral y artística, siempre junto a su esposa Paquita Barrau, quien se convirtió de compañera de trabajo en su colaboradora a todos los niveles, ya que la vena artística de Paquita, excelente pintora y persona excepcional, complementó las ya grandes dotes intelectuales de Sebastián. Titulado como Ingeniero Técnico de Telecomunicación por la Universidad Politécnica de Madrid, asímismo se licenció en Ciencias Políticas por la Universidad Complutense de Madrid. En 1948 aprobó las oposiciones para la Escala Auxiliar Mixta de Telégrafos, presentándose posteriormente a las correspondientes al Cuerpo Técnico de Telégrafos en el que ingresó en 1955. Perteneció, por tanto, al Cuerpo de Telégrafos desde 1948 a 1978, año en que se produjo la fusión con el Cuerpo de Correos. Donde siguió ocupando diferentes puestos directivos hasta llegar a ser responsable de toda la red de transmisión. Como decía con su gracejo habitual, pasó sin darse cuenta de manejar el Morse a los satélites de comunicaciones. También se dedicó a la enseñanza, siendo nombrado profesor numerario de la Escuela Oficial de Telecomunicaciones de Madrid y profesor encargado de curso de la Escuela Universitaria de Ingeniería Técnica de Telecomunicación de la Universidad Politécnica de Madrid. Su afición por la historia de la telecomunicación ha hecho que hayan sido salvados de la destrucción o el olvido diferentes piezas, sistemas, fotografías o expedientes históricos que pueden admirarse en diferentes museos, principalmente en el Museo Postal y Telegráfico, en el que, además, ha contribuido con un equipo de antiguos telegrafistas a la rehabilitación y puesta en funcionamiento de diversos equipos telegráficos. Esta misma afición es la que le ha llevado a escribir numerosos artículos y libros así como a participar en Congresos y simposios relacionados con la historia de las telecomunicaciones. En este ámbito hay que destacar, sobre todo lo demás, sus inmensos conocimientos sobre telegrafía óptica, conocimientos que plasmó en su libro “Historia de la telegrafía óptica en España”, libro que ha sido considerado por muchos de sus seguidores como “la Biblia de la telegrafía óptica”. Su lucha por sacar a la luz un episodio tan ignorado de las historia de las telecomunicaciones, trajo como consecuencia, aparte de un nutrido grupo de admiradores y discípulos que han continuado su obra, que la opinión pública lograra de diferentes autoridades locales y regionales, que se movilizaran para rescatar y restaurar algunas de las torres de telegrafía óptica que aún se conservan en nuestro pais (Adanero, Moralzarzal, Arganda del Rey, etc.). Otros libros interesantes, escritos por él mismo o en colaboración, son : "El nacimiento de la telecomunicación en España", "El telégrafo óptico de La Granja", "Primeros pasos de la telecomunicación", "Prehistoria de la profesión de Ingeniero de tTelecomunicación y de sus escuelas", "De las señales de humo a la sociedad del conocimiento - 150 años de telecomunicaciones en España", "150 años del Telégrafo en España", y sobre todo, como compendio de sus conocimientos telegráficos" las "Historias de Telégrafos", que a lo largo de los últimos años ha ido escribiendo en fascículos para su publicación en las páginas web y la revista de la Asociación de Amigos del Telégrafo de España, y que pensaba editar en forma de libro para esta primavera. En el año 2004 comenzó su participación en el Foro Histórico de las Telecomunicaciones, y ese mismo año contribuyó a la creación de la Asociación de Amigos del Telégrafo de España, de la que fue nombrado Presidente, cargo para el que se le siguió votando por aclamación en cada Asamblea General y que ocupó hasta el momento de su muerte, y desde el que pudo desarrollar y compartir en todos los actos a los que asistió, la gran sabiduría que atesoraba y con los que contribuyó a mejorar los conocimientos sobre la historia de las telecomunicaciones en general y del telégrafo en particular entre todos los que tenían la suerte de escucharle, tanto si pertenecían a las diferentes ramas de las telecomunicaciones como al gran público. Descanse en paz el querido compañero, amigo y maestro cuyo recuerdo, a través de su obra, quedará como un referente único para las futuras generaciones que quieran entender la evolución y el desarrollo de las telecomunicaciones desde sus comienzos hasta la actualidad. Adios para siempre Sebastián. Mientras existamos los que tuvimos el privilegio de tratarte, permanecerás vivo en nuestro recuerdo.

1 comentario:

  1. Me ha gustado mucho tu entrada. Soy hija de Sebastián y me alegra que mi padre tuviera amigos como tú. Solo un apunte, mi padre nació en La Canonja, que es un pueblo que está entre Tarragona y Reus.
    Un abrazo,
    La familia de Sebastián Olivé.

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